El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero cierra la vendimia 2017, que este año ha tenido lugar del 8 de septiembre al 20 de octubre, con un total de 55 millones de kilogramos de uva recogidos, de los cuales el 98% pertenece a la variedad tempranillo. Un total de 8.224 viticultores y 315 bodegas han participado en la cosecha de las 22.530 hectáreas inscritas en la DO, una vendimia marcada por la climatología y la sequía que afectó a todo el país.
La vendimia de este año ha dejado una producción de uva de excelente calidad, con una sanidad inmaculada, que recuerda a la cosecha 2005. Es un fruto que dará lugar a grandes vinos de guarda.
La vendimia 2017 ha estado marcada por una climatología extrema, que ha acompañado durante buena parte del ciclo. El episodio climatológico más destacado fue la helada que se produjo en la noche del 27 al 28 de abril con la entrada de una masa de aire frío en el territorio de la Denominación de Origen, lo que significó más de siete horas con temperaturas por debajo de los cero grados y picos negativos de hasta -6ºC. Esta helada tuvo consecuencias desiguales en el total del viñedo de Ribera del Duero, dependiendo de la situación de las viñas.
La otra característica climatológica que ha marcado la vendimia 2017 de la DO ha sido la sequía, ya que durante el ciclo han caído aproximadamente 250 milímetros de lluvia cuando son esperables 450.
La buena preparación y el impecable cuidado y mantenimiento del viñedo por parte de los viticultores de la Ribera ha sido fundamental para prevenir posibles enfermedades y garantizar la evolución favorable del ciclo de maduración de la uva.
En palabras de Agustín Alonso, Director Técnico del Consejo Regulador: “Ribera del Duero es una región muy compleja por su clima y condiciones, y es importante destacar la labor de los profesionales para prevenir o paliar los efectos de las adversidades. En líneas generales, la uva de la cosecha 2017 presenta un tanino de alta calidad y un buen equilibrio gustativo como consecuencia también de un adecuado equilibrio de la acidez, pese a la calidez del año, que además viene acompañada de unos valores de pH que se sitúan en los habituales para la zona”.
El Consejo Reguladora ha incorporado 195 auxiliares de veedor que han realizado el control de la uva en campo y bodega durante esta campaña de vendimia. Todos ellos han sido formados por el Departamento Técnico para el desarrollo de las tareas que se les ha encomendado. Entre los auxiliares contratados, unos han ejercido las funciones de peritos aforadores y han controlado el rendimiento en parcela y la cantidad de uva por hectárea, para asegurar que no se excedían los límites reglamentarios permitidos. El resto de los auxiliares han controlado de manera exhaustiva durante las veinticuatro horas de todos los días en los que se ha desarrollado la vendimia la cantidad y la calidad de la uva que entraba en las bodegas, prestando especial atención a que su procedencia estuviera dentro de la Denominación de Origen, evitando la entrada de fruto de fuera de los límites territoriales de la Ribera del Duero.
Como cada año, todo el proceso ha estado completamente informatizado, de manera que los datos se actualizaban continuamente y ha sido posible saber en qué momento exacto se encontraba la vendimia, cuántos kilos se habían recogido en cada momento y cuántas bodegas permanecían abiertas.