Ribera del Duero mantiene su compromiso con la cultura, en un año trágico para el sector, una de las grandes víctimas económicas de la pandemia de la Covid-19. La Denominación de Origen, que año tras año apoya, participa y ampara múltiples acciones culturales, de distintos ámbitos, hace un esfuerzo en este 2020 complicado también para el mundo del vino por respaldar aquellos proyectos que considera fundamentales para la sociedad.
Así, el Consejo Regulador de Ribera Del Duero renueva por décimo tercer año consecutivo su compromiso con la Fundación Atapuerca. Un convenio a través del que la Denominación de Origen apoya la labor de investigación que se lleva a cabo en los yacimientos arqueológicos de la sierra de Atapuerca (Burgos), Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000.
El acuerdo, que ambas partes rubricaron por primera vez en julio de 2007, convierte al Consejo Regulador en Consejero Protector de la Fundación Atapuerca, contribuyendo a que los yacimientos, en los que se han producido descubrimientos de enorme trascendencia en los últimos años, tengan la proyección científica y cultural que merecen como referente internacional para el estudio de la Evolución Humana.
Gran balance de una temporada de excavaciones más breve
La Fundación Atapuerca no ha cesado en su actividad en los Yacimientos de la sierra burgalesa, poniendo en marcha el dispositivo necesario para operar en esta situación de pandemia.
Este año los trabajos de excavación se redujeron a 25 días, en vez de 45, participando un menor número de investigadores ubicados en menos yacimientos que campañas anteriores. A pesar de esta circunstancia, la sierra de Atapuerca no ha dejado de sacar a la luz nuevos fósiles que contribuirán al conocimiento de la evolución humana.